Apreciado Juan de Dios, y amigos de Algeciras.
No tengo palabras, solamente deciros un gran gracias, y que el amor hace posible que la vida sea bonita, agradable. Cuando amas, vives sin egoísmo, con donación, buscando el bien de los otros, dando la vida en las cosas de cada día, es cuando la vida tiene sentido, cuando todo cambia, cuando los problemas son levadizos, cuando la familia vive unida, cuando la felicidad se convierte en una realidad cotidiana.
Estoy trabajando en el Togo desde octubre 2006. Pero en mi vida de misionero he hecho 14 años en Costa de Marfil. Como ya sabéis entre 2002-2011 han sido unos años de guerra. Yo viví cuatro años en esta situación de guerra (2002-2006). Lo que he experimentado es que el amor da como fruto la vida y que el amor es siempre más fuerte que la muerte. Por ejemplo, en el 2003 dirigía una escuela con 5000 alumnos. Nuestro objetivo fue dar una alternativa a los niños soldados. Los que quieran pueden ir a la escuela. Un día los rebeldes perseguían a un joven de 17 años, le ayudamos a huir. Y por haberle salvado la vida los rebeldes nos pegaron durante varias horas. Pero el fruto del amor es siempre sorprendente: una manifestación de unas mil personas se presentaron delante de los rebeldes para pedir perdón. El jefe de los rebeldes me dijo: “Padre, vosotros sois unos imanes auténticos”. Nos liberaron. Ha sido la única manifestación, en zona rebelde, durante 9 años.
Le mando la cuenta de la parroquia.
Maria Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros
P. Rafael Sabé
