domingo, 9 de septiembre de 2012

ARTÍCULO DE OPINIÓN DE JUAN DE DIOS REGORDÁN DOMÍNGUEZ

                                                    DICTADURAS EN DEMOCRACIA

     Estamos hartos de hablar de crisis. Pero es que está dejando claro que crea una amenaza para los sistemas políticos y, por tanto, también para la democracia. En España con el sistema democrático, las administraciones se han hecho monstruos multiplicando organismos burocráticos que huelen a dictaduras, dejando poca participación ciudadana. Esto está llevando a la necesidad de plantear cuáles serían los organismos que convendría suprimir para evitar gastos innecesarios y que perjudican el saneamiento económico y funcionamiento eficaz de las administraciones.

      El afán de vivir de la “olla grande” ha ido creando un ambiente para conseguir un puesto en las administraciones y vivir en un régimen de seguridad económica. Las “recomendaciones y el enchufismo” han servido, en algunos casos, para cubrir puestos de trabajo sin salir a concurso. La dictadura del poder familiar y personas afines a gobernantes ahogan la democracia. Haber engrosado abusivamente las plantillas está provocando que bastantes ayuntamientos y organismos públicos, apenas puedan prestar sus servicios propios debido a tener que dedicar gran parte del presupuesto al pago de nóminas innecesarias.

     Pretender, a toda costa, salir de la crisis que nos golpea después de tiempos de crecimiento y bienestar, puede volvernos más ciegos de lo que estábamos. Nada semejante al dolor de seres rechazados, retrocedidos al último escalón, pobres que avanzan por camino hostil, sin saber dónde van ni quién les manda. Se está poniendo de manifiesto que el “verdadero absoluto” de nuestro mundo globalizado es el Capital. Se cae en “la idolatría del mercado”. Ha llegado el momento de hablar alto y sin tapujos del capitalismo como una de las máximas referencias dictatoriales de la cultura occidental de nuestro tiempo.

      El endeudamiento de las administraciones, y como consecuencia de la población, nos ha llevado a una situación negativa que afecta de una manera directa a todos. Muchos dicen que es el impacto del mercado el que está poniendo en peligro a la Democracia. La dictadura del capitalismo, con su “prima de riesgo”, golpe a golpe se carga la democracia. Los gobiernos europeos se ven obligados a actuar bajo las directrices que les imponen los mercados. Ya, cuando España empezó a ser democrática, alguien dijo que la democracia era uno de los sistemas menos malos. Tal vez, en el fondo, se ha mantenido la idea de caminar cada uno mirando sus propios intereses y aprovechándose del nuevo sistema en ese sentido.

      Algunos han querido hacer creer que el “mercado” lo arreglaría todo y no ha sido así. Ha faltado desarrollar plenamente en España la participación ciudadana. Por ello, se ve necesaria una visión democrática real que favorezca los debates de los partidos políticos y procedimientos para que los ciudadanos puedan participar. Hoy más que nunca hay que gritar “democracia ya”. Es urgente que se perciba la democracia como cultura de igualdad, de libertad, de derechos humanos y de participación. Hay que entrar en un proceso de cambio, transformación y consolidación del sistema democrático, sin convertir las autonomías en nuevas dictaduras.

      La Ciencia Económica nos dice que una situación de inseguridad estructural da origen a actitudes no productivas y al derroche de recursos humanos, en cuanto que el trabajador tiende a adaptarse pasivamente a los mecanismos automáticos, en vez de dar espacio a la creatividad. También se da una convergencia entre ciencia económica y valoración moral. Los costes humanos son siempre también costes económicos y las disfunciones económicas comportan igualmente costes humanos. Un progreso en la participación supondrá una mejor oportunidad de convertirse en referente de un proyecto político de democracia integral, que supere las deficiencias del modelo participativo de nuestras democracias occidentales capitalistas.

Juan de Dios Regordán Domínguez
juandediosrd@hotmail.com