domingo, 18 de diciembre de 2011

ARTÍCULO DE OPINIÓN DE JUAN DE DIOS REGORDÁN DOMÍNGUEZ

¡FELIZ NAVIDAD!...y “própero…?

“Feliz Navidad”. Parece que hay quiénes no se atreven ni a mencionar aquello de “Próspero Año Nuevo”. “No mientes en tu felicitación eso de “próspero año 2012”. Así me lo comentaba un amigo: “No tengamos prisa a que llegue el Año Nuevo”. Sin embargo, no habría que tener miedo ante la espera de un nuevo año. Cada día y cada año tiene sus cosas buenas y también sus momentos difíciles. Pero es precisamente en las vivencias de todos los acontecimientos en donde hemos de serenarnos para sacar todo lo positivo que esos mismos hechos nos puedan proporcionar. Hay que analizar y contemplar los acontecimientos con ojos de esperanza.

Estos días son propicios para entrar en la profundidad del misterio, para descubrir en lo hondo de nuestro corazón la gruta de Belén y contemplar allí el sentido de la vida en plenitud. El pobre pastor, al caer de rodillas en adoración nos invita a decir SÍ a la pobreza. ¿Y qué es pobreza?. Pobreza es vaciarse, es pisar la tierra de la humildad, sentir la ternura de Dios y abrazar a toda la tierra en un mensaje de Paz. Pero hay mucho ruido y la Navidad necesita silencio. El silencio enciende la llama del amor. En el amor, Dios sale a nuestro encuentro para revelarnos lo divino.

Navidad llama a la Unidad de los corazones que saben mirar con una mirada limpia la belleza del misterio de Belén. Cada uno debería reconocer su pequeñez y la grandeza de una creación (la mula y el buey) que da calor al Salvador, sentir los latidos del corazón de María que se emociona por tener entre sus brazos al mismo Dios y experimentar el silencio de José escogido y llamado para una misión en lo oculto de la vida. El silencio de José es una lección de entrega prudente para hacer y desempeñar el papel de padre de quien era su Dios.

Todo sucede en la periferia, en la marginación, porque para Él no hay posada, sólo su Madre y José le acompañan, junto con unos cuantos pastores. La alegría radiante se experimenta en unos ángeles cantan en las alturas. En la pobreza de Belén hay un Cielo que descubrir. Que no me digan ¿dónde está Dios? Porque Dios está llevando el cielo de su amor y de su salvación a los que le abren el corazón. Allí, en el silencio y la soledad, el Salvador viene a nacer. Hoy quiere nacer en el corazón más pobre, en el que nadie tiene, en quien busca un salvador.

En Navidad nadie estará solo si sabe mirar muy dentro, quizás en lo más oscuro de su vida, cómo nace el que es la Luz, el que trae la Paz, el que posee la Verdad. La luz que cualquier situación ilumina de quien esté pasando por muy difícil que sea queda iluminada. Si Él vive en mí ni nadie podrá quitarme la paz que me deja el Espíritu y la verdad de un Evangelio que si lo hago vida puede transformar el mundo. En el asilo, en el hospital, en la inseguridad del enfermo, en el parado, en el que muere de hambre, en el que vive la violencia o la guerra... en todos y en cada uno puedes sembrar semillas de Navidad. Compartir tus bienes y buscar la pobreza de Belén será tu verdadera Navidad.

Allí, donde no puedas llegar, tu oración pondrá semilla de Navidad, sin tener miedo a la venida del nuevo año.

2012 vendrá cargado de momentos difíciles, pero también lleno de esperanza de cosas buenas para todos.

Juan de Dios Regordán Domínguez 
juandediosrd@hotmail.com